Este proyecto surge a partir de la intención de lograr una nueva imagen a la casa familiar de toda la vida. Se ha buscado recuperar y poner en valor todas las huellas del paso del tiempo. Así, se han ido removiendo las capas hasta dejar al descubierto su esencia original, dejando la estructura de hormigón vista y las paredes con sus marcas y signos de su pasado. Para que la intervención fuera lo más respetuosa y menos invasiva posible, las instalaciones que se han hecho a nuevas, se han planteado por fuera de los muros y techos, dejándolas al descubierto. Como filtro entre las zonas de día y las de noche, un panelado de madera en tonos oscuros se extiende desde la cocina por todo el pasillo hasta tomar forma de despacho hacia su final. En las zonas de descanso, espacios más diáfanos y limpios que transmitan tranquilidad.